lunes, 30 de diciembre de 2013

Adiós 2013... ¡Bienvenido 2014!



Termina 2013, un año que no empezó muy bien y que tal vez no ha sido cómo esperábamos, pero del que al menos, yo, me llevo muchos y muy gratos recuerdos. El mejor, sin duda, el nacimiento de mis sobrinos, Carlos y Alejandro, que han llenado de alegría y felicidad nuestra familia. Es increíble cómo dos pequeñajos lo pueden revolucionar todo. Además, he tenido la suerte de ser madrina de uno de ellos, Alejandro, ¿quién me iba a decir a mí que iba a tener un ahijado?

En este año he conocido a personas maravillosas y he hecho unos cuantos viajes con amigos de esos de los de verdad, aquellos que sabes que siempre están ahí. También he tenido la suerte de reencontrarme con otros a los que hacía tiempo que no veía.

Han sido meses cargados de literatura. Los lunes en las reuniones semanales de las asociación ‘Café de Palabras’, durante todo el año a través de este mi pequeño rinconcito en Internet y como no, los jueves con las convocatorias de mis compañeros jueveros. Es cierto que a veces he tenido el blog un poco abandonado, y pido disculpas por ello. Del mismo modo, aprovecho para dar las gracias a todos los que me siguen a pesar de que en ocasiones les deje largas temporadas sin relatos que leer. Os prometo que en 2014 intentaré escribir más, ese es uno de mis propósitos de año nuevo.

2013 también ha estado cargado de fútbol. No me puedo quejar de mi Atleti, que me ha dado grandes satisfacciones, entre ellas ganar la Copa del Rey contra el Real Madrid en el Santiago Bernabeu. ¿Hay algo más grande que eso para un colchonero? Tuve la oportunidad de ver al equipo en Granada. Y en  cuanto al Real Jaén, casi que tenía que haberme hecho socia esta temporada, porque la verdad es que he ido a bastantes partidos. Es una alegría ver jugar al equipo de la tierra en segunda división de la manera que lo hace, esperemos que le acompañen los resultados y que pueda mantenerse en la categoría de plata del fútbol español.

En el año que acaba entré en la treintena, algo que llevo mejor de lo que pensaba y que pude celebrar rodeada de la familia y amigos. Da gusto saber que tienes tanta gente a tu lado, buenas personas que te acompañan siempre.

Así visto, la verdad es que el año que termina tampoco ha estado tan mal ¿no? Y si ha habido algunas cosillas menos buenas, todas las que acabo de contar las suplen con creces.

Al 2014 solo le pido una cosa: mucha salud para todos los que quiero, ya que lo demás viene solo. Bueno, puestos a pedir también querría un trabajo, que esto de estar en paro desespera bastante, la verdad. Ah, y por supuesto, poder compartir muchos buenos momentos con todos vosotros, aunque con algunos solo pueda ser a través de la red debido a la distancia.

No quiero enrollarme mucho más, ¡que a este paso nos dan las uvas! Besos y… ¡Feliz año nuevo a todos!



sábado, 21 de diciembre de 2013

Carta de un inmigrante



Me llamo Mody y soy ciudadano del mundo. No puedo agregar dirección ni código postal porque no tengo casa. Mi hogar se mueve allá dónde yo voy. La calle suele ser mi sitio de permanencia. Intento ganarme la vida de forma honrada desde que llegue a España. Siempre de un lado para otro en busca de la próxima campaña: fresa, espárrago, vendimia y ahora aceituna.
Comprendo que somos muchos, que no hay trabajo para todos, que ahora los españoles si quieren realizar las labores del campo y que antes van ellos que nosotros, pero no podemos dejar de intentar conseguir un jornal con el que ganar algo de dinero.
Soy consciente de que el albergue de esta ciudad no tiene cabida para tanto inmigrante, pero estar todo el día en los al rededores de la estación de autobuses es desolador, sobre todo cuando cae la noche y hay que buscar un sitio que, en la manera de lo posible, nos resguarde del frío.
Gracias a Dios, siempre hay buenas personas que nos traen mantas, leche caliente y bocadillos. Estamos muy agradecidos a todos ellos, pero daríamos lo que fuera por dormir bajo un techo en el que refugiarnos del helador frío nocturno.
Le pido a usted y al Ayuntamiento que representa, que considere la posibilidad  de habilitar más lugares en los que podamos descansar un poco durante estos meses. Solo eso, cuatro paredes y un techo que nos aislen del exterior, de ese frío que nos cala no solo los huesos, sino también el alma.
Eternamente agradecido le saluda Mody, en representación de sus compatriotas que deambulan por la estación de autobuses de su ciudad en temporada de aceituna.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Este jueves, un relato: "En el convento"




Cuando le preguntaban qué quería ser de mayor, siempre contestaba lo mismo: “monja”. Su madre pensó que eran cosas de la niñez o de la influencia que su catequista ejercía sobre ella. Creyó que con la llegada de la adolescencia cambiarían sus perspectivas de futuro. A esas edades, las chicas empiezan a tener otros intereses. Salen de fiesta, hacen nuevas amistades, coquetean con chicos… Pocas son las que siguen yendo a misa cada domingo pese a los consejos de sus padres.
Contra todo pronóstico, las inquietudes religiosas de la niña que soñaba con vivir en un convento y vestir hábitos blancos, crecieron con el paso de los años, tanto, que además de asistir a misa cada día, confesar con frecuencia, rezar y leer los evangelios, decidió estudiar teología para profundizar y conocer mejor la palabra y el mensaje de Dios. Tenía las ideas tan claras como el nombre del convento de clausura en el que estaba dispuesta a pasar el resto de sus días. Una vida de entrega total al Señor.
A las puertas de aquel edificio, madre e hija se abrazaron con diferentes sensaciones. La primera, feliz por la decisión que había tomado. La segunda, algo resignada. Siempre había querido lo mejor para su hija y era consciente de que su felicidad pasaba por una vida muy diferente a la que había pensado para ella.
Las puertas del convento se cerraron dejando dentro sueños, esperanzas, ilusiones, fe. Fuera, desconsuelo, tristeza, incertidumbre. “¡Que Dios te bendiga, hija!”, musitó entre lágrimas mientras se alejaba con una imagen en la cabeza, la de su pequeña asegurando con rotundidad que de mayor quería ser monja.

Más historias sobre conventos en el blog de Rhodea Blason

jueves, 21 de noviembre de 2013

Este jueves, un relato: "Mi ídolo" ( en 100 palabras)





Mi afición al fútbol, y en concreto al Atlético de Madrid, viene de lejos. Cuando empecé a interesarme por este deporte, en el equipo jugaban una serie de futbolistas que marcaron una etapa dentro del club, entre ellos, Diego Pablo Simeone, también conocido como el Cholo. Siempre sentí admiración y simpatía hacía él. La sorpresa fue cuando, una década después de su marcha, regresó como entrenador. Su vuelta ha traído grandes éxitos. Tres títulos en tres años. El lema “partido a partido”, la humildad y la confianza en los jugadores, son el cóctel para conseguir triunfos y dar alegrías a los colchoneros.

Conoce los ídolos de otros jueveros en el blog de Judith

jueves, 14 de noviembre de 2013

Este jueves, protagoniza un relato



NOTA: Esta semana, Dorotea nos propone un divertido juego. Los jueveros debemos escribir nuestros relatos bajo el alias que otro miembro del grupo ha decidido y el texto debe contener, además, las cinco palabras que dicha persona ha elegido. A mi me ha tocado Micomicona como alias y las palabras que tienen que salir en mi historia son las que aparecen subrayadas en el texto, a saber: Zen, lábil, lapislázuli, encanto y luz.


Micomicona

Nunca pensó ser princesa y ahora, no solamente lo era, sino que incluso tenía asegurado su propio reino. Pero ya se sabe, la vida no es fácil, ni siquiera para la monarquía. Dorotea, más conocida como la princesa Micomicona, había decidido abandonar el país por miedo a que su padre, el rey Tinacrio el Sabidor, la casara con el gigante Pandafinaldo.

Aquella joven hermosa era capaz de enamorar a cualquier príncipe extranjero con sus encantos. Sin embargo, no estaba dispuesta a dejarlo todo para irse con el primero que se cruzara en su camino. Acordó que se quedaría con el que antes le regalara el más precioso mineral que nadie había visto jamás, un lapislázuli de proporciones perfectas, que poseía la virtud de reflejar el futuro gracias a la luz solar. Era consciente de que, con él en su poder, en adelante, nada ni nadie le impediría llevar una vida plena y feliz. El mineral le avisaría de los peligros que pudieran acecharle y le permitiría, además, tomar decisiones a sabiendas de las repercusiones que éstas pudieran traerle. El plan era perfecto, simplemente había una condición: el hombre que aspirara a ser su marido debía entregarle el lapislázuli antes de que ella lo encontrara.  

A la espera de que alguien lograra su propósito, Dorotea hacía altos en el camino para prácticar zen, algo que le relajaba y le llevaba a olvidar, por unos instantes, los planes que su padre tenía para ella. ¿Cómo podía pensar que una distinguida princesa de su altura aceptaría contraer matrimonio con el más temible gigante de la región? ¿A caso quería amargarle la vida? No era, en absoluto, esa muñeca lábil que él imaginaba, todo lo contrario, los años la habían convertido en una ambiciosa mujer dispuesta a alcanzar sus objetivos.

En esas andaba, ensimismada en sus pensamientos, cuándo la pantalla del ordenador mostró el siguiente mensaje: “Se acabaron sus vidas, continúe jugando mañana”. Dorotea, enfadada, tiró el ratón sobre la cama. No le quedaba otra que esperar al día siguiente para terminar, por fin, el videojuego al que llevaba enganchada todo el verano.

Más historias con las palabras propuestas por amigos jueveros en el blog de Dorotea



martes, 12 de noviembre de 2013

Entrada cien. ¡¡¡¡GRACIAS!!!!



La entrada 100 de mi blog la quiero dedicar a dar las gracias a todos aquellos que lo han visitado alguna vez para leer mis textos. A quienes se han interesado por mis relatos, a quienes han hecho posible que, a día de hoy, cuente con más de 19.000 visitas. Gracias en especial a las 74 personas que se han hecho seguidoras de mi página, la mayoría de ellas compañeros de los jueves que, además de leer mis textos, se toman la molestia de comentarlos. Gracias, del mismo modo, a los miembros de la Asociación Literaria Café de Palabras, que me animan a continuar escribiendo y de los que cada lunes aprendo cosas nuevas sobre la narrativa e incluso la poesía. Todos ellos tienen mucho talento y os animo, desde aquí, a que los conozcáis visitando el blog del grupo: cafedepalabras2012.blogspot.com Y por supuesto, gracias a los familiares y amigos que entran a este mi pequeño rincón en Internet con más o menos frecuencia. En resumen, gracias a todos, si, a ti que me estás leyendo ahora mismo también, porque, sin vosotros, el blog “Con una sonrisa” no tendría sentido.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Es necesaria



Se acabó el otoño. Nos quedamos sin castañas.
Se esfumaron los recuerdos de antaño, la añoranza de tiempos pasados.
Nadie piensa en el ayer, tampoco sueña con el mañana. 
Hay que hacer piña, unir fuerzas para conseguir la hazaña.

Los niños juegan ajenos a lo que se avecina.
Les espera un futuro sin un pañuelo en el que secar las lágrimas.
Gotas de agua salada descienden por la cara y las mejillas bañan.
Llantos de impotencia al no poder construir como refugio una cabaña.

No existe el mañana. Nos quedamos sin España.
Hasta el país se esfuma, de la noche a la mañana.
Y todo por la desaparición de una letra, que hasta sin apellido me deja.
¿Os dais cuenta ahora, de que la “Ñ” es necesaria?

miércoles, 23 de octubre de 2013

Este jueves, un relato: "Dibujos animados"



Los primeros en llegar, media hora antes de la cita, fueron Oliver y Benji, que se pusieron a dar toques al balón para hacer algo de tiempo. En seguida acudió también Espinete, un tanto despistado.

“¿Estáis seguros de que es aquí? A mi es que me sacan del barrio y me cuesta horrores orientarme. Además, no veo a nadie conocido”, dijo dirigiéndose a los jóvenes futbolistas.
“Si, si que es en este lugar donde hemos quedado, lo que pasa es que aún es pronto”, contestó Benji.

Los tres estaban de acuerdo en que la iniciativa saldría adelante, aunque para ello tendrían que saber jugar bien sus cartas.

            “¡Te lo dije! Esa calle para abajo. Y tú, nada, empeñado en que era para arriba”. Las voces provenían de Epi, que discutía acaloradamente con Blas.

            “Siempre están igual”, dijo Espinete. “No hay manera de que se pongan de acuerdo”.

Tras ellos, expectantes, el Monstruo de las Galletas y la Rana Gustavo, micrófono y cámara de fotos en mano, dispuesta a captar todo lo que allí aconteciese. De repente, el cielo se iluminó con una potente luz que captó la atención de todos. Eran Goku y Bulma, que habían decidido desplazarse en una nube para evitar llegar tarde.

            “Perdonad, nos hubiera gustado pasar desapercibidos, pero el tiempo apremia. ¿Tenéis todo listo?”.

            “Creo que las cosas las trae Kumba en su mochila, pero por aquí aún no ha aparecido ninguno de sus amigos”. Comentó la Rana Gustavo.

            “¡Ya llegamos!” gritó Gazpacho, que bajaba la calle corriendo seguido por Pincho, Fresón, Mochilo, Alcachofo y la bella Kumba. “Aquí está todo”.    

A los diez minutos, decenas de personajes de dibujos animados creados entre los años 80 y 90 ocupaban las puertas de RTVE, con pancartas y bocinas, coreando consignas a favor de una televisión pública de calidad para niños. La encargada de leer el manifiesto fue Heidi, acompañada por su abuelo, debido a su veteranía y experiencia en el tema, pues eran los únicos de finales de los 70. El texto decía lo siguiente:

Nosotros, dibujos animados en su gran mayoría creados en los años 80 y 90, reivindicamos nuestra vuelta a la parrilla, no solo los fines de semana, sino también por las tardes en el considerado horario infantil. Pedimos, además, compartir trabajo con las nuevas generaciones, como Dora la Exploradora, Pocoyo o Peppa Pig. No queremos quitarles sus empleos, menos en estos tiempos de crisis por los que atraviesa el país, pero creemos que nuestra presencia conjunta en televisión afianzaría los valores de los más pequeños de la casa y ampliaría, del mismo modo, su campo de elección. Rogamos consideren nuestra propuesta, ya que, de lo contrario, tenemos preparadas otras acciones más radicales para alcanzar nuestro objetivo. Eso si, siempre sin utilizar la violencia, pues tenemos claro que debemos ser un ejemplo para los niños españoles.

 Las palabras de Heidi suscitaron los aplausos de sus compañeros, ahora, solo quedaba esperar la respuesta del director de RTVE, que les había prometido contestar a sus peticiones en el plazo aproximado de una semana.

 Más historias de dibujos animados en el blog de Gustavo

miércoles, 9 de octubre de 2013

Resumen del verano 2013


Como todos los años, he querido hacer un resumen de mi verano en imágenes para compartirlo con vosotros. He intentado coger las fotografías más representativas de estos meses, ya que no se puede plasmar toda una época del año en tan poco espacio. En líneas generales, me lo he pasado bastante bien, la verdad es que no me puedo quejar, ya que he tenido la oportunidad de compartir muy buenos momentos con personas aún mejores. ¿Qué más se puede pedir?

 



La primera foto es de mediados de junio, cuando el verano comenzaba a hacer acto de aparición. Fue uno de esos días de risas y anécdotas que compartí con Juani y Bea. Siempre es un placer juntarme con ellas y recordar viejos tiempos.





Ya en julio, hice una escapada a Madrid para dar una sorpresa a Marisol por su cumpleaños. Un nuevo reencuentro de los amigos de la Universidad, que tratamos de vernos todo lo que podemos a pesar de la distancia.


El 24 de julio celebré mi santo.



Agosto comenzó con un divertido viaje a Fuengirola en el que me acompañaron Marisol, Vane, Juan Martin, Uri e Iñaki. Un fin de semana en la playa, bien aprovechado, lleno de momentos para recordar.


No faltaron, entre semana, nuestras reuniones en el parque por las noches. Algo que ya se ha convertido en tradición y que, aunque haya bajas y altas, no dejan de repetirse mientras el tiempo lo permite.
                                                               
                                                               



A finales de agosto tuvo lugar la fiesta motera organizada por el Moto Club Jimena




Y en septiembre llegó la Fiesta de Jimena y con ella el final del verano...

jueves, 3 de octubre de 2013

Este jueves, un relato: "El camino"




Emprende el viaje sin mirar atrás, decidido a abandonar el lastre que soporta su espalda.
Marca el terreno con pisadas que dejan una huella imborrable.
Bajo sus pies, el lodo parece querer atraerlo hacia el fondo, como si de arenas movedizas se tratase.
Sobre su cabeza, un inmenso cielo le invita a continuar, a no dejarse vencer ni por la inestabilidad del camino, ni por las inclemencias del tiempo.
Se detiene.
El futuro es incierto.
Echar la vista atrás solo le reporta dolor. Un pasado que ansía borrar, al igual que desaparecen las letras escritas en la arena con la llegada de las olas.
Solo le queda el presente. Ese momento le recuerda que aún está vivo.
Consciente de una segunda oportunidad, se aprieta los cordones de los zapatos dispuesto a llegar tan lejos como pueda, allá dónde le lleven sus pies.  

Puedes seguir recorriendo caminos de todo tipo en el blog de Juan Carlos

viernes, 27 de septiembre de 2013

Este jueves, un relato: "Desde las vísceras, con cinco verbos"



Allí estaban, Marta y Luis, en una mesa llena de velas y flores, intercambiando miradas de complicidad.
            -¿Bailas?, dijo él.
            -Por supuesto.
Las luces bajaron su intensidad y comenzó a sonar la canción favorita de ambos. Luis la agarró con fuerza mientras se movían al son de la música. La escena le recordó a las películas románticas que tantas veces habían visto juntos. “Ya mismo saca el anillo”, pensó, “es cuestión de minutos”.
El silencio irrumpió en la sala y comenzaron a aparecer miembros de la familia de Luis: dos de sus tres hermanos, sus padres, varios primos y un par de personas que Marta no conocía.
“Me quieren y no han querido perderse este momento”. (dijo al tiempo que se arrodillaba). “Han sido muchos años de noviazgo, creo que ha llegado la hora de decirte algo. Vives en una mentira, en un sueño. No te amo, es más, no te soporto, he aguantado todo esto porque soy consciente del poder económico de tus padres. No quiero que mueras, muerta no nos reportarías beneficio alguno” (le espetó apuntándole con una pistola) “por eso nadie debe saber lo que ha sucedido aquí hoy. Todos los meses ingresarás una cantidad estipulada en el número de cuenta que yo te diga. Lo harás el día uno, sin falta. Sé que puedes hacerlo de manera que ellos no lo noten. Si en cualquier momento cesan los ingresos o tenemos indicios de que te has puesto en contacto con la Policía, no pararé hasta encontrarte y acabar con tu vida. Y no olvides que te tendremos vigilada. Ahora puedes irte y recuerda: nadie debe saber nada de esto o morirás”.  

Más relatos escritos desde las vísceras en el blog de Alfredo

viernes, 20 de septiembre de 2013





¡Hola a todos! Hoy escribo para contaros que Carmen Andújar, del blog "Mezclando arte", me ha otorgado este premio (The versatile blogger award) que quiero compartir con vosotros.

Los requisitos que conlleva el galardón son los siguientes:

- Agradecer a la persona que te lo concede incluyendo el enlace a su blog.
- Contar siete cosas acerca de ti.
- Seleccionar quince blogs que hayas descubierto recientemente o que sigas con regularidad.

Lo primero, como es de bien nacidos ser agradecidos, darle las gracias a Carmen Andújar por otorgarme este premio. Como bien le he dicho a ella, últimamente tengo el blog un poco abandonado y se agradece que se acuerde de mí a pesar de ello.

Lo segundo, contar siete cosas sobre mí. Intentaré contaros algunas que no sepáis ya. Ahí van:

-Soy optimista, me gusta mirar la vida con una sonrisa.
-Muy amiga de mis amigos.
-Me encantan los colores, mientras más alegres y llamativos mejor, y en especial el rojo.
-Nada como un buen rato de charla y risas rodeada de buena gente.
-¿Lo mejor para subir el ánimo? Escuchar un poco de la música que más te gusta a todo volumen.
-Como buena española que soy me gustan el fútbol y los toros, ea. J
-Recomiendo a todo el mundo que se anime a escribir, a veces cuesta, pero también da grandes satisfacciones.

Lo tercero, eso de pasar el premio a quince blog, creo que me lo voy a saltar, al igual que han hecho otros compañeros blogueros, no por nada, si no porque no me parece justo dárselo a quince y dejar a otros tantos sin él cuando todos los que sigo se lo merecen.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Este jueves, un relato: "Imaginemos en el nombre del amor..."





Aquel fue, sin duda, su peor año. 365 días que deseaba borrar de su mente. Siempre había llevado una vida tranquila y sosegada hasta que apareció él para desordenarlo todo. No lo decidieron así, fue algo que surgió sin que ninguno de los dos pudiera hacer nada para evitarlo. Cuando quisieron darse cuenta, se habían enamorado tanto el uno del otro que no concebían una existencia por separado.

A la vista de todos, eran la pareja perfecta, pero las cosas comenzaron a torcerse cuando los padres de ella se enteraron, oponiéndose rotundamente a la relación. “Tú aún eres joven, hija, estás enamorada y no ves más allá, pero debes hacernos caso, ese chico no te conviene, créeme, es mejor que lo dejes ahora, antes de que duela todavía más”. Escuchó esas palabras de boca de su madre cientos de veces, siempre las mismas, pero nunca un solo argumento sólido por el que pudieran desquebrajarse los cimientos de la pareja que habían formado. Su padre no hablaba del tema, solo miraba a su mujer y asentía con una leve sonrisa forzada.

La vida en común de la feliz pareja empezó a tambalearse como si del camino de un malabarista sobre la cuerda floja se tratara. Las discusiones eran cada vez más frecuentes y llegó un momento en el que él no pudo soportar más y optó por desaparecer. A partir de ahí, ni una llamada, ni un mensaje, era como si se lo hubiese tragado la tierra.

Durante un año, no hubo ni un solo día en el que ella no derramara al menos un par de lágrimas por él. Llegó a llorar tanto que pensó que moriría ahogada en su propio llanto. Era consciente de que la vuelta probablemente no se produciría, pero se negaba a perder la esperanza de vivir el reencuentro y disfrutar de una segunda oportunidad. Un año, ese era el plazo que se había marcado y que estaba a punto de concluir. Después, si no aparecía, si continuaba sin dar señales de vida, se prometió a si misma cambiar el chip e intentar volver a ser la chica alegre de antes.

Se encontraba inmersa en sus pensamientos cuando sonó el timbre. Sobresaltada, se levantó dirigiéndose hacia la puerta con miedo a descubrir quién había detrás. Eran casi las doce de la noche y el plazo marcado estaba a punto de finalizar. ¿Sería él? Prefirió no asomarse por la mirilla, mejor abrir directamente y salir por fin de dudas.

Allí estaba él, mirándola fijamente con aquellos enormes ojos verdes que tanto había echado de menos, y no solo eso, también a sus labios carnosos, su tez morena, su torso, su pelo negro y ensortijado que ella se encargaba de despeinar… Sintió un deseo irrefrenable de besarlo, acariciarlo, volver a sentirse suya otra vez. Sin pensarlo, se abalanzó sobre él besándolo apasionadamente mientras lo dirigía hacia su dormitorio. Ya habría tiempo para explicaciones más tarde. 

Más historias de amor en el blog de Nieves

miércoles, 31 de julio de 2013

Este jueves, un relato: "la luna"



Le prometió que cada vez que observara la luna llena se acordaría de él y de los bellos momentos vividos juntos.
            Todos los meses espera ansiosa la noche en la que el astro se muestra en su máximo esplendor para rememorar en su mente lugares, palabras, besos, abrazos, promesas hechas antaño que nunca llegaron a cumplir.
            En realidad, no necesita aguardar al plenilunio para pensar en él, pues lo hace con frecuencia, pero se trata de una imagen llena de magia que contemplaron juntos en más de una ocasión. La luna, redonda, iluminando sus manos entrelazadas y sus rostros sonrientes cómo si aún no hubiese anochecido, testigo mudo de sus encuentros estivales.
            Dicen que el amor de verano es intenso pero frugal. Ella, en cambio, no lo sintió así. Aún hoy, a pesar de la distancia, se imagina con él mientras sus ojos se clavan en el cielo en busca de algo que aún los mantiene unidos, esa luna que nunca la abandonará.

Más historias en torno a la luna en casa de María José Moreno

jueves, 18 de julio de 2013

Este jueves, un relato: "El pozo de los deseos"




 
Alfredo permanece sedado. La medicación ha causado tal efecto en su debilitado cuerpo, que continúa dormido ajeno a lo que sucede a su alrededor. Junto a él, sus cuatro hijos y un médico que ha optado por ayudarles en una arriesgada misión: hacer realidad el último deseo de su anciano padre. No todos están de acuerdo, pero la decisión ya está tomada y ahora esperan ansiosos que abra los ojos y descubras lo que han sido capaces de hacer por él.

            Un poco aturdido aún, comienza a sentir una ligera brisa en la cara y ese olor inconfundible que lo trasporta a la niñez. Cree que es un sueño, no quiere despertar. Coge aire y comprueba que se trata de ese aroma añorado, un olor que para él es el mejor de los perfumes.

            De repente lo invade una tranquilidad inusitada, algo que no le ocurría desde hacía años, justo cuando le diagnosticaron aquella terrible enfermedad. No aprecia el dolor, no nota sufrimiento alguno, si lo que está viviendo es real, ya puede morir tranquilo.

            Poco a poco reacciona, abre los ojos y mira al cielo, un cielo azul, adornado por nubes blancas y pequeñas gaviotas que vuelan de un lado para otro. Después, mira al frente para contemplar el mar al que tanto ansiaba volver. Por último, a su derecha y a su izquierda, encuentra las miradas de sus hijos. Ojos que brillan conteniendo las lágrimas con un sentimiento agridulce: la satisfacción del deseo concedido y la tristeza de la despedida.

            Alfredo suspira, pronuncia un sincero “gracias” y sus párpados se vuelven a cerrar para no volver a abrirse nunca más.

Conoce más deseos en el blog de San

miércoles, 17 de julio de 2013

En la Toscana




En La Toscana, allí fue dónde sucedió todo. Aún no me explico cómo llegué a aquel lugar ni cuales fueron los hechos que se encadenaron hasta llevarme, por fin, a alcanzar mi objetivo. El caso es que me encontraba en Italia, solo, sin conocer a nadie, sin saber el idioma y sin a penas dinero, buscando a la persona que daría respuesta a muchas de mis preguntas. Había pasado más de diez años engañado y otros tantos fingiendo no saber nada del secreto que mi familia intentaba ocultarme. Era el momento de desmontar las mentiras que rodeaban mi existencia.
            Solo tenía un par de datos de la persona que andaba buscando, una mujer alta, rubia, que esa tarde llevaría un vestido verde y una flor en el pelo. Mis nervios iban en aumento. Nuestra cita era a las diez y el minutero de mi reloj se acercaba sigilosamente al número cuatro. “¿Y si no viene? ¿Y si se lo ha pensado mejor y prefiere no ayudarme? ¿Y si le ha pasado algo? ¿Y si? ¿Y si?...”. Todo eran dudas hasta que, de repente, una bella mujer se acercó al banco en el que estaba sentado, puso su mano en mi hombro y, mirándome fijamente a los ojos me dijo: “¡Hijo mío, cuánto tiempo llevaba  esperando este momento!”. Nos abrazamos y supe que el viaje había merecido la pena.


martes, 16 de julio de 2013

Premio Dardos


Hoy me apetece compartir con vosotros este premio que Luis Bernardo, del blog Letras desde Uruguay, ha decidido otorgarme. Todo un detalle por su parte que desde aquí le agradezco públicamente, ya que, según tengo entendido, se trata de un galardón que se concede a blogs que destacan por su originalidad, contenidos y valores.

              Una vez recibido el premio, y con el fin de que éste continúe su camino, hay que seguir una serie de pasos. Primero hay que publicarlo con la imagen adjunta e indicando el enlace del blog que te lo ha dado, cosa que acabo de hacer. Después, hay que pasar el testigo a otros blogs que consideres de interés. Se supone que son 15, pero yo voy a hacer como Luis, dárselo a 5 que aquí os dejo:



jueves, 11 de julio de 2013

Este jueves, un relato: Historias detrás de las pinceladas



Se asoma al balcón y lo despide con la mirada.
Una mirada cómplice y sincera propia de la inocencia de la edad.
Ojos que brillan delatando la vivencia del primer amor.

Ensimismada, no se percata de la presencia de su madre.
La mirada de ésta, marcada por la experiencia de los años,
descubre enseguida lo que sucede.

Ahora entiende esa alegría desbordante,
la felicidad que derrochan sus mejillas,
la eterna sonrisa en el rostro.

Mientras, en el balcón de enfrente,
una mirada indiscreta capta este instante.
Una historia y tres maneras de ver y entender la vida.

Más historias basadas en obras de arte en el blog de Neogéminis

martes, 18 de junio de 2013

Nostalgia



En la quietud de la noche,
en la soledad del silencio,
mientras todos duermen,
intenta luchar contra sus pensamientos.
¿Cabeza o corazón?
la duda que le asalta.
Se amontonan los recuerdos,
las imágenes de aquel amor,
momentos inolvidables
reproducidos por su mente una y otra vez.
No hay manera de desconectar,
de avanzar hacia delante,
de dejar el pasado atrás.
Nadie manda en los sentimientos.
Solo el tiempo apaciguará el vacío,
ese enorme hueco que ahora reina en su corazón.
Cierra los ojos, duerme y,
una vez más, vuelve a soñar con él.

jueves, 13 de junio de 2013

Este jueves, un relato: "Secretos que NO te llevarás a la tumba"




Ángela siempre había sido una niña tímida y solitaria, “la rara de la clase”, como solían llamarla sus compañeros del colegio. Ese carácter reservado se acentuó con la muerte de su única y gran amiga, Gloria “la empollona”. Hacían una pareja peculiar, o eso le parecía al resto de niños. Mientras todos jugaban en el patio, ellas preferían quedarse en clase haciendo cuentas, repasando la lección o cosiendo, una labor que a ambas le encantaba.

Gloria enfermó, cada día estaba más deteriorada, le costaba respirar y sufría grandes dolores de estómago. Sus padres la habían llevado a los mejores médicos, pero ninguno lograba encontrar el mal que la aquejaba. Ángela jamás se separó de su lado, ni siquiera cuando tuvo que dejar de ir a clase debido a su enorme debilidad. La visitaba cada tarde y hablaban cómo lo hacían en el colegio durante los recreos, aunque Gloria apenas si podía sostener la aguja.

Ya habían pasado quince años de la muerte de su amiga, un día que Ángela era incapaz de borrar de su memoria. Tres lustros, uno detrás de otro, en los que la imagen de Gloria venía a su mente una y otra vez y con ella los remordimientos. Había llegado el momento de contarle a alguien su gran secreto, el que la atormentaba y le impedía seguir hacia delante con la conciencia tranquila.

El problema era a quién elegir como receptor de sus inquietantes palabras. No tenía amigas, se llevaba mal con sus padres y los vecinos no la miraban con buenos ojos por ello. “¿Y si acudo al párroco del pueblo?”, pensó. “Él seguro que me escuchará, yo me quedaré más aliviada y el secreto seguirá siendo tal al tratarse de una confesión”. Así lo hizo.

-“Ave María Purísima”.

-“Sin pecado concebida”.

-“Verá, Padre, quería contarle algo que sucedió hace ya muchos años, algo que hice y de lo que me arrepiento enormemente. No pretendo que me comprenda, pero le diré que mi motivo principal para cometer tal atrocidad era la envidia y los celos que sentía hacia mi amiga Gloria”.

-“Hija, tú siempre has sido una buena niña a pesar de tener poco contacto con tu familia. No entiendo qué has podido hacer que resulte tan terrible y menos si te refieres a un hecho que aconteció, según dices, hace años”.

-“Usted no sabe de lo que yo soy capaz. Por aquel entonces devoraba libros de botánica. Los sacaba de la biblioteca y los leía tratando de encontrar alguna planta con la que poder envenenar a Gloria poco a poco, sin levantar sospechas. Después de una búsqueda exhaustiva, encontré una que había visto mil veces en el camino del rey, unas pequeñas flores de las que, según me informé, se extraía un polvo blanquecino e insípido que debilitaba el organismo humano hasta parar el corazón. Cogí un par de ramos, los llevé a casa y extraje aquellos polvos. Unos polvos que añadiría a la merienda de Gloria cuando nadie pudiera verme. Era una labor complicada. Normalmente, todos salían corriendo al patio y ella iba al servicio. Yo la esperaba en clase con el bocadillo abierto y aliñado con aquellos polvos mágicos”.

-“Pero hija, esto que me cuentas es terrible”.

-Lo sé, Padre, y ahora lo comprendo, pero entonces solo pensaba en ser el centro de atención y ella me hacía demasiada sombra”.

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miércoles, 5 de junio de 2013

Este jueves, un relato: "Leyenda urbana"



Paloma llevaba tiempo queriendo conocer aquel misterioso lugar, pero algo le decía que no lo hiciera. Cada vez que se disponía a visitarlo, una mezcla de sentimientos entre miedo y respeto hacían que echara marcha atrás en su decisión. Después, pensaba que se trataba de tonterías, habladurías de la gente y la invención de una pobre anciana ayudada por sus familiares más cercanos. Un montaje para ganar dinero y hacer que el turismo llegara a un pueblo poco conocido de la provincia.
De todas formas, ¿qué necesidad tenía de ir allí a pasar un mal rato? Estaba segura de que pisar aquella casa le traería consecuencias. Cuanto menos se comería la cabeza y tendría dificultades para conciliar el sueño. No lo podía evitar, desde pequeña había sido y seguía siendo una miedica a la que le daban pavor la oscuridad, la noche y la soledad.
Ese fin de semana había pocos planes. Acababa de terminar el verano y tanto ella como sus amigas andaban mal de dinero, por lo que no podían permitirse salir de fiesta hasta las tantas, ir al cine o comer fuera. “¿Y si vamos a ver las caras de Bélmez?” Dijo por fin Marisa, la más ‘echá pa´lante’ del grupo. “A penas tardamos quince minutos en coche y así saciamos la curiosidad que tenemos desde hace años”. El silencio se hizo dueño de la situación mientras se miraban unas a otras sin saber qué decir. Entonces, Paloma, esa muchacha frágil y temerosa que nunca se había atrevido a entrar en la casa del terror del parque de atracciones, cogió fuerzas y dijo: “Yo si que voy. Ya está bien de tantos miedos y tantas tonterías. Por ir a ese lugar no va a pasar nada, es más, igual hasta nos resulta divertido”.
Media hora después, las cuatro amigas se encontraban en la puerta de la casa de María Gómez Cámara, en el municipio jiennense de Bélmez de la Moraleda. Dos ancianos, hijos de la fallecida María, las recibieron con amabilidad y comenzaron a contarles la historia que encerraba la habitación que en otro tiempo sirvió de cocina al domicilio. Allí había salido la primera cara en el verano de 1971 y tras ella aparecieron muchas más. El suceso corrió como la pólvora gracias al boca a boca de los vecinos y la vivienda no tardó en llenarse de curiosos venidos de todas partes intrigados por los acontecimientos. Enseguida se requirió la presencia de expertos en parapsicología que intentaron resolver el misterio sin demasiado éxito. El suelo de la habitación se picó, se echó cemento nuevo y se precintó la estancia para asegurarse de que nadie podía acceder a ella. Cuando volvieron a entrar a la casa, las caras habían vuelto a aparecer para asombro de todos y no eran las únicas, ya que junto a ellas existían otras nuevas. Se pudo comprobar, así, que nadie había dibujado aquellos rostros con el fin de engañar y asustar a los vecinos.
Uno de los ancianos les enseñó las fotografías de numerosos expertos como Germán de Argumosa o Íker Jiménez, que se desplazaron hasta el pueblo en varias ocasiones para investigar el fenómeno. Después, el otro, con una larga vara en la mano, señalaba el suelo haciéndoles ver los rostros que en él se encontraban y que todavía seguían apareciendo. “Si queréis poder hacer fotos”, les dijo. Paloma sacó su cámara y tomó varias instantáneas a modo de recuerdo. Depositaron unas cuantas monedas en la bandeja situada sobre la mesa de camilla y salieron de la casa con ganas de comentar la experiencia. Pero ella seguía en silencio, muda, como si algo le impidiera hablar. “¿Tú no vas a decir nada?”, le repetían sus amigas.
Paloma continuaba en estado de shock. ¿Cómo les iba a contar que una de las caras le había guiñado un ojo en el momento justo de fotografiarla si la cámara no había captado el movimiento? Sabía que era imposible que aquello hubiera ocurrido, pero estaba completamente segura de lo que había visto, una imagen que ya nunca se borraría de su retina.
NOTA: La casa de las conocidas como "Caras de Bélmez" está ubicada en el número 5 de la Calle Real del municipio jiennense de Bélmez de la Moraleda. Existe mucha información sobre un fenómeno que fue investigado por numerosos expertos durante años y que aún hoy se sigue investigando. Además, recientemente se inauguró un museo sobre las caras en el municipio, debido a la gran repercusión turística que suscita la casa de María y las imágenes que en ella se pueden observar. Yo estuve allí hace poco, pero no hice fotográfías, aquí os dejo algunas sacadas de internet.




























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