sábado, 21 de diciembre de 2013

Carta de un inmigrante



Me llamo Mody y soy ciudadano del mundo. No puedo agregar dirección ni código postal porque no tengo casa. Mi hogar se mueve allá dónde yo voy. La calle suele ser mi sitio de permanencia. Intento ganarme la vida de forma honrada desde que llegue a España. Siempre de un lado para otro en busca de la próxima campaña: fresa, espárrago, vendimia y ahora aceituna.
Comprendo que somos muchos, que no hay trabajo para todos, que ahora los españoles si quieren realizar las labores del campo y que antes van ellos que nosotros, pero no podemos dejar de intentar conseguir un jornal con el que ganar algo de dinero.
Soy consciente de que el albergue de esta ciudad no tiene cabida para tanto inmigrante, pero estar todo el día en los al rededores de la estación de autobuses es desolador, sobre todo cuando cae la noche y hay que buscar un sitio que, en la manera de lo posible, nos resguarde del frío.
Gracias a Dios, siempre hay buenas personas que nos traen mantas, leche caliente y bocadillos. Estamos muy agradecidos a todos ellos, pero daríamos lo que fuera por dormir bajo un techo en el que refugiarnos del helador frío nocturno.
Le pido a usted y al Ayuntamiento que representa, que considere la posibilidad  de habilitar más lugares en los que podamos descansar un poco durante estos meses. Solo eso, cuatro paredes y un techo que nos aislen del exterior, de ese frío que nos cala no solo los huesos, sino también el alma.
Eternamente agradecido le saluda Mody, en representación de sus compatriotas que deambulan por la estación de autobuses de su ciudad en temporada de aceituna.

5 comentarios:

  1. Hay tantos de fuera y de dentro en las mismas circunstancias... los padres de mi amiga Carmela pasaron una guerra civil, colaboraron en los impuestos de su país que es éste, ella y su esposo pagaron como autónomos casi treinta años y hoy viven en casa de su hermana, sin trabajo y con tres niños. Su casa era pequeña, su negocio también, no tenían pretensiones y solamente quieren vivir con dignidad... todos ellos y sus ancestros lucharon por este país. Comencemos por ahí.

    Un besito, Cristina, ya sabes que escribo de buena fe. Felices fiestas y ojalá nada de lo que escribes tú o yo fuese necesario, fuese un simple cuento de fantasía.

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  2. No sabría por dónde comenzar, pero algo me hace ruido, inclusive el comentario de Censura SXXI. Tema difícil, que podría generar odios y discusiones. Saludos y abrazos desde un país pequeño pero que sigo apostando día a día con sus crisis y problemas.

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  3. Importante nota Cristina. Con Fe, siempre se encuentran buenas personas, las cuales son precisamente las que nos acercan a la presencia de la HUMANIDAD....

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  4. Son como sombras que se refugian en lugares de acceso libre como las estaciones. Creo que reflejas muy bien en tu relato esa humildad, esas oportunidades de realizar trabajos duros que hoy ya no tienen.
    Lamentablemente creo que la política de albergues va en sentido contrario al que Mody pide, ojalá cambiaran las cosas.
    Buen relato, amiga. Besos y muy feliz Navidad.

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  5. Apreciado Mody: Soy un veterano emigrante, y comprendo perfectamente tu situaccion, me solidarizo contigo y con todos los que como tu emigrais, te doy un consejo: Lucha por la Justicia Social en tu pais, junto a los tuyos y aporta un grano de arena para que no tengais que emigrar a ningun sitio, solo asi tendras un hogar seguro, pues en ningun sitio estaras mejor que en tu tierra. Salud.

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